Retales de mi recuperación
Tengo cincuenta y un años ya, llevo más de media vida luchando o intentado superarme día a día.
Tengo cincuenta y un años ya, llevo más de media vida luchando o intentado superarme día a día.
La vida no siempre es igual y menos para alguien como yo que sufre un Trastorno Bipolar.
Los días se van esclareciendo, aunque me dé un poco de miedo decirlo —soy un poco susceptible a pensar que cuando digo que algo va bien, de repente empiece a ir a mal—.
Cuando decidí pedir ayuda porque no podía soportar más mi brote psicótico, aparecieron otros dos males, quizá se les podría llamar efectos colaterales de haber pedido ayuda.
Cada día, cuando suena el despertador, lo primero que pienso es que hoy no, hoy no voy a poder levantarme de la cama.
Los psiquiatras me decían que con medicación y haciendo terapia podía llevar una vida “normal” pero no lo conseguí nunca. Hasta hace unos cinco años.
Aunque tenga el mismo diagnóstico desde el principio, éste ha ido evolucionando hacia una esquizofrenia residual, que significa que no hay tantos síntomas positivos.
Siempre hay alguien que destaca por su sensibilidad; personas a las que, a veces, las cosas nos superan, perdemos la batalla de la cordura, y acabamos ingresadas en un psiquiátrico.
¿Cómo Transformarse o Reinventarse después de la Adversidad (TRDA)? Durante muchos años (unos 15) he navegado por el infierno de la depresión profunda.
Considero que mi brote psicótico fue complejo, supongo que como todos los brotes psicóticos o, incluso, como todos los trastornos.